jueves, 20 de octubre de 2011

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viernes, 7 de octubre de 2011

Co-razones


No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza
por eso de que sus caderas...

ya sé de sobra que tiene esa sonrisa
y esas maneras
y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da.

pero además la he visto seria ser ella misma
y en serio que eso no se puede escribir en un poema.

por eso, eso que me cuentas de que mírala cómo bebe las cervezas
y cómo se revuelve sobre las baldosas
y qué facil parece a veces enamorarse.

todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo
de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción...

todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.

pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente
para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas.

no sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece,
luego te abrace,
y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.

así que supondrás que yo soy el primero que entiende
el que pierdas la cabeza por sus piernas
y el sentido por sus palabras
y los huevos por un minimo roce de mejilla.

que las suspicacias,
los disimulos cuando su culo pasa,
las incomodidades de orgullo que pueda provocarte
son algo con lo que ya cuento.

quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada,
que hace tiempo que escribo los míos.

que yo también la veo.
que cuando ella cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.

que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.

que conozco su voz en formato susurro
y formato gemido
y en formato secreto.

que me sé sus cicatrices
y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría,
y me sé lo de sus rodillas
y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra.

que yo también he memorizado su numero de telefono
pero también el numero de sus escalones
y el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.

que no solo conozco su última pesadilla,
también las mil anteriores,
y yo sí que no tengo cojones a decirla que no a nada
porque tengo más deudas con su espalda
de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo).

que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella,
rendida a ese puto milagro que supone que exista.

que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos,
y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino,
y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana: no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.

que lo de "mira sí, un polvo es un polvo",
y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas
y solo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre.

que te entiendo.
que yo escribo sobre lo mismo.
sobre la misma.

''Que razones tenemos todos... pero yo, muchas más que vosotros''

Que vamos



Soy pésimo partido y no es noticia
fumo demasiado bebo lo que puedo
y necesito de tu ayuda
inestimable
para cometer errores nuevos.

No soy primero en descubrir la pólvora
entre tus piernas
pero me quemo
feliz
los dedos al encenderla.
Me canso al subir las escaleras
pero algunas noches me siento tan ligero
al trepar tus cordilleras
que en la cima no planto banderas sino besos.

No he delineado el puente inaugural
de tus suspiros
pero tú y yo sabemos
que bajo ese puente vivimos.
Mis bolsillos envidian a mis pulmones
llegaría a fin de mes si los meses tuvieran cinco días.
Me muero algunos jueves a las siete
resucito cuando despierto y me miras.

No voy a deslumbrarte con fuegos
ni promesas
pero le soplo palabras a tu cuello
y él sabe
que son torpes y ciertas.
No creo que seas mi último tren
porque ése será el que descarrile.
Te miro como a un tren al que subirme
para viajar con destino a lo que toque
y seguir tocando mientras quieras.

En resumen
no soy un caballero en busca de princesa
sino un viejo caballo mal domado
que paga muy poco en las apuestas
y no ha ganado aún la mejor de sus carreras.

Pero si quieres cabalgar
tocando el horizonte con las manos
más allá de cualquier meta
agárrate
que vamos.




~ Carlos Salem

Carlos Salem



Es un escritor, poeta y periodista desde 1988, Argentino.
Unas de sus primeras novelas fueron: 'Camino de ida', 'Matar y guardar la ropa' y 'Pero sigo siendo rey'. A finales de 2008 y 2009, escribió 'Yo también puedo escribir una jodida historia de amor' y 'Yo lloré con Terminator 2 - Relatos de Cerveza ficción'
En Marzo de 2010 publicó su cuarta novela 'Cracovia sin ti'.